El convertidor está fuera de la tamizadora y no entra en contacto con el producto
El sistema de excitación ultrasónica de la malla tamizadora puede montarse en fábrica o equiparse posteriormente en las tamizadoras centrífugas [E], [DA], [FA] y RA.
El empleo de ultrasonidos genera vibraciones de alta frecuencia en el tamiz de acero inoxidable. Estas rápidas vibraciones impiden que las partículas de tamaño límite queden atrapadas en las mallas del tamiz.
La malla tamizadora permanece desobstruida durante más tiempo, lo cual mejora considerablemente la precisión de separación. Por lo general, también se consigue un mayor rendimiento de tamizado.
El cilindro tamizador tiene que desmontarse con mucha menos frecuencia para ser limpiado, de manera que la vida útil del tamiz se prolonga considerablemente.
El material entra en la tamizadora centrífuga a través de la boca de entrada, y un tornillo alimentador lo transporta hasta la cámara de tamizado. Allí, unas palas giratorias lo impulsan contra la malla tamizadora por efecto de la fuerza centrífuga. Los gruesos son retenidos por la malla y transportados a la salida de gruesos.
El generador ultrasónico provoca la rápida oscilación del tamiz de acero inoxidable, lo cual disminuye la cantidad de partículas atascadas y aumenta la precisión de separación. Esto, a su vez, prolonga los intervalos de limpieza y reduce los tiempos de mantenimiento.
Las mallas cilíndricas de acero inoxidable están unidas por anillos tamizadores. Unos vástagos roscados que atraviesan los anillos sin tocarlos son los que aplican la tensión adecuada sobre la malla.
El convertidor, por medio de un elemento conductor, transfiere la frecuencia ultrasónica producida por el generador al anillo central del cilindro tamizador, donde se distribuye de manera uniforme por las mallas unidas.
La variación automática de las frecuencias ultrasónicas permite alcanzar varias frecuencias de resonancia, lo que mejora el resultado.